El arándano es a una misma vez una planta medicinal muy útil y uno de los mejores alimentos que podemos ingerir. Varios estudios han demostrado que el fruto del arándano tiene la capacidad de proteger y fortalecer las paredes de los pequeños vasos sanguíneos conocidos como capilares. Esto lo hace útil en el tratamiento y la prevención de venas varicosas, flebitis y hemorroides, al igual que en la prevención de problemas de la visión causados por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en los ojos. Durante la segunda guera mundial algunos pilotos de la fuerza aérea británica que tenían que volar en misiones nocturnas notaron que cuando consumían una jalea hecha a base de arándano su visión mejoraba. Posteriormente se ha comprobado este y otros efectos del arándano sobre la visión. Un efecto que ha recibido mucha atención en años recientes es el de ayudar a prevenir la pérdida de visión a causa de la degeneración de la retina que se produce con gran frecuencia en personas de edades avanzadas. En otros estudios se ha encontrado que la combinación de arándano con vitamina E es muy eficaz para prevenir y para frenar el avance de las cataratas.
El arándano rojo es una fuente de polifenoles antioxidantes, sustancias beneficiosas para los sistemas cardiovascular e inmunológico.
Se dice que el consumo regular del zumo de arándano rojo combate las infecciones de las vías urinarias. Aunque muchas de las pruebas al respecto son equívocas, algunos ensayos clínicos sugieren que realmente hay un efecto demostrable: un componente del jugo parece inhibir la adhesión de bacterias a la vejiga y a la uretra
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